Por Juan Carlos Garrido
En el contexto actual de revisión y modificación de la legislación pesquera en Chile, es imperativo abordar la carencia generalizada de comprensión técnica y específica que prevalece entre los actores que participan de esta discusión. La falta de conocimiento en torno a las propuestas legislativas y cambios en discusión representa un obstáculo significativo que podría comprometer la efectividad de las futuras políticas pesqueras y, por ende, la sostenibilidad de los recursos marinos. Más aún, si esa ignorancia, parte de la base de la necesidad de generar espacios, luces de opinión, y que por sobre todo, no representan el verdadero espíritu por el que luchan los pescadores artesanales.
La pesca desempeña un papel crucial en la economía y la identidad de Chile, y la formulación de una legislación pertinente es esencial para gestionar adecuadamente los recursos acuáticos. Sin embargo, la falta de conocimiento especializado, o la arrogancia cuando poco se sabe, puede conducir a la adopción de decisiones basadas en percepciones erróneas o en la ausencia de información detallada. Esto corre para dirigentes, legisladores, autoridades, científicos y opinólogos pesqueros varios en general.
En este contexto, es fundamental promover la participación informada de la sociedad en el proceso de discusión de la legislación pesquera. La educación específica sobre los detalles técnicos y científicos de las propuestas en consideración, es esencial para asegurar que los incumbentes, sobre todo en el sector pesquero artesanal, comprendan la importancia de las medidas propuestas y puedan contribuir de manera informada a la toma de decisiones.
La falta de participación informada también puede propiciar malentendidos y la propagación de información incorrecta, factores que podrían distorsionar la percepción pública y conducir a decisiones subóptimas. Dada la importancia de la sostenibilidad en la pesca, es crucial evitar que la desinformación influya en el proceso de toma de decisiones.
En este sentido, la transparencia y la accesibilidad a información detallada son fundamentales para asegurar una participación efectiva del sector. La apertura de canales de comunicación y la divulgación clara de los detalles técnicos de las propuestas permitirán que la ciudadanía comprenda y evalúe de manera crítica las políticas en discusión, contribuyendo así a un proceso más robusto y democrático.
En resumen, el desconocimiento técnico en torno a la legislación pesquera en Chile plantea desafíos sustanciales. La sociedad debe buscar activamente la adquisición de conocimientos especializados, participar en el debate público con una comprensión informada y exigir transparencia en el proceso legislativo. La toma de decisiones fundamentadas en la realidad técnica y científica es esencial para garantizar la sostenibilidad de los recursos pesqueros y, por ende, el bienestar a largo plazo de la sociedad chilena.
Es por eso que el sector artesanal, no puede darse el lujo de generar opiniones sesgadas, inconsultas y en base a la necesidad de “ponerse al frente” en una discusión legislativa que, sin lugar a dudas, va a tomar años y va a requerir de acuerdos, que definitivamente, no van a ser propiciados sin dialogo, basado en la arrogancia y en egoísmo de quienes dicen representar un sector, que es tan diverso en carácter, opinión y visiones respecto de lo que queremos en esta nueva ley de pesca. Esto solo genera quiebres en el sector que no llevan a nada. La diversidad de pescadores es tan variopinta, que arrogarse la representatividad de estos, sin siquiera haber tocado un remo, puede ser el mayor riesgo que pudiese generar uno de los mayores quiebres en el sector, de los que tengamos memoria.
Humildad, dialogo, consensos, puntos en común, mínimos aceptables, experiencia y puertas abiertas, es lo que necesitamos hoy como sector, como región, pero, sobre todo, transparencia en objetivos. Ojalá de una vez por todas, sean los propios actores de la pesca artesanal e industrial, quienes tengan el mayor peso de opinión a la hora de legislar una norma tan importante como esta. Y no aquellos que dirigentes que representan a los representantes de los representantes. Otra cosa solo es música y humo. Mucho humo.
Sobre el autor:
Juan Carlos Garrido es actualmente dirigente del sector pesquero artesanal, miembro del Consejo Zonal de Pesca de las regiones de Ñuble y Biobío, ex miembro del Consejo Nacional de Pesca y del Comité de Manejo de sardina y anchoveta de la macrozona centro-sur, así como fundador de diversas agrupaciones del sector pesquero artesanal.