Por Mauro González
Los pescadores artesanales del país viven con una constante amenaza que he estado denunciando durante los últimos meses: los ataques de lobos marinos. En mi región la pesca artesanal se ha visto fuertemente perjudicada por esta especie que depreda a los peces de la zona y rompe los artes de pesca de los trabajadores, quienes han visto perjudicada su fuente de ingreso por los constantes ataques de estos animales.
Es que no sólo hablamos del peligro físico al que se exponen, debido a los ejemplares que han subido a sus barcazas, hablamos de la pérdida económica que ha puesto en riesgo una y otra vez la continuidad de sus labores. Cada día viven con la incertidumbre de que pueden perder todo lo recolectado en la jornada de trabajo, debido a las interacciones o ataques de lobos marinos que dejan daños materiales, laborales y que interfieren en el desarrollo de esta importante actividad productiva.
En reiteradas ocasiones me he reunido con los afectados para poder oír de primera fuente y con sus experiencias lo que está ocurriendo, pero también para buscar soluciones. En ese sentido, solicitamos en junio de este año una mesa de trabajo para poder abordar esta problemática, pero sé que no es suficiente, esto se debe complementar con acciones inmediatas, y en eso he trabajado, con los pescadores de mi región, quienes han planteado diversas alternativas.
En esta línea, realizamos recientemente en Puerto Montt un encuentro nacional con dirigentes de la pesca artesanal, cuyo objetivo fue analizar la problemática y de cuyos resultados la Biblioteca del Congreso Nacional, BCN, evacuará un informe. Adicionalmente, presenté un proyecto de resolución para que el Ejecutivo a través del Ministerio de Hacienda y Economía, consideren la declaración de la emergencia pesquera por la interacción del lobo marino con la pesca artesanal, y a partir de allí, se trabajen medidas de apoyo económico para todos los pescadores que se han visto afectados o impedidos de trabajar en medio de la inseguridad durante las faenas de pesca. Además, que se entregue un bono compensatorio para quienes han visto pérdidas económicas, y un subsidio laboral adicional para aquellos que han sido atacados directamente por estos mamíferos y han visto afectada su integridad física.
Estas son acciones que debieran ser consideradas de manera urgente, porque con cada día que pasa es un riesgo mayor y nuestros pescadores siguen siendo víctimas de estas interacciones. El tiempo corre y la paciencia se va agotando, con un sector que lleva un largo tiempo llamando la atención por lo que ocurre pero sin ser considerado con la urgencia que merece por parte de las autoridades del gobierno central. ¿Qué esperan para poner el acelerador? Escuchemos sus voces, sus demandas, necesitan un apoyo y el Estado debe estar presente, asegurando un bienestar para esas cientos de familias que dependen de esta actividad.
Por la seguridad, bienestar y protección de la pesca artesanal es que hago este llamado al gobierno para trabajar en medidas efectivas y concretas, y me comprometo a seguir trabajando por los derechos de los pescadores de mi región y de todo el país, que con su arduo trabajo consolidan una parte esencial de la economía y tradición de nuestro Chile querido.
Sobre el autor:
Mauro González es diputado por el distrito 26, Ancud, Calbuco, Castro, Chaitén, Chonchi, Cochamó, Curaco de Vélez, Dalcahue, Futaleufú, Hualaihué, Maullín, Palena, Puerto Montt, Puqueldón, Queilén, Quellón, Quemchi y Quinchao.
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Fotografía: Lote De Leones Marinos, Frans van Heerden – Pexels.